dimarts, 29 de novembre del 2011

José Luis Sampedro, l'ombra d'un escriptor


Avui de forma totalment merescuda ha estat concedit el Premi Nacional de les Lletres a Jose Luis Sampedro. Segons el parer del jurat José Luis Sampedro és "una referència intelectual i moral de primer ordre en l'Espanya del segle XX". Certament, al marge de la seva qualitat com a escriptor, la seva persona ha estat sempre un punt de coherència, com a professor universitari (com quan abandonà la Universitat al 1969 davant la intolerància franquista) o com a economista que ha defensat sempre una economia més humana, tan necessària ara que els fantasmes del neoliberalisme són els profetes de la salvació de la tomba que ells mateixos han cavat. Al conèixer la notícia ha afirmat que: el premi "se inserta en una vida cuyo objeto ha sido el aprendizaje de mi propia vida, como un árbol que se desarrolla a partir de una semilla" i "tenemos no solo el derecho a la vida, sino el deber de vivir esa vida, yo he tratado de averiguar quién era yo y hacerlo totalmente". Aprofitant aquesta ocasió el diari El País ha recuperat un interessant article de Babelia en que José Luis Sampedro explica com es va fer escriptor.
Cómo me hice escritor

JOSÉ LUIS SAMPEDRO 29/11/2011

YO NACÍ en Barcelona pero, con poco más de un año, mi familia se trasladó a Tánger, ciudad que en los años veinte era realmente cosmopolita, con una convivencia de culturas y religiones y una libertad de vivir que se perdió tras la guerra mundial. En mi colegio y en la calle yo convivía con amigos musulmanes e israelíes y conocía costumbres y creencias muy diferentes de las mías. De pronto, con ocho años, mis padres juzgaron conveniente enviarme a vivir a casa de un tío mío, médico en un pueblecito soriano, en tierras altas y frías.
Caí así en un mundo radicalmente opuesto al de mis primeros años. En 1925 se vivía allí casi como en la Edad Media en una casa con enorme cocina de chimenea y hogar de leña, cuadra y corral y tierras de labor. Yo vivía entre personas mayores, cariñosas pero de un mundo tradicional y estricto. Las mujeres rezaban el rosario y encendían velas especialmente benditas el día de santa Bárbara para cuando estallaban tormentas. No encontraba amigos con quien jugar; ni siquiera comprendía yo la mitad de su vocabulario rural. Me sentía profundamente solo; casi abandonado aun comprendiendo los motivos que habían inspirado la decisión de mis padres. Lo que me salvó fue el armario de un cuarto trastero donde, amontonados, encontré viejos libros y, sobre todo, muchas novelas publicadas en folletón por un periódico de principios de siglo: creo recordar que formaban una colección bajo el título La Novela de Ahora. Me sumergí prácticamente en aquellas inacabables páginas y dejé de estar solo. Los tres mosqueteros, Veinte años después y El vizconde de Bragelonne fueron seguidos por varias novelas de Paul Feval, sobre todo de la serie sobre Rocambole y El juramento de Lagardére. Recuerdo también obras de Dickens, de Wilkie Collins y otros autores, ¡hasta Los miserables, de Victor Hugo, fueron pasto de mi avidez! Supongo que muchas veces me enteraba sólo a medias y que no distinguía de calidades, pero aquellas páginas me protegieron, me salvaron: fueron el castillo donde, con tan varia profusión de personajes, me encontré en rica y fascinante compañía. En suma, durante el año largo que permanecí en aquel pueblo nació en mí el lector empedernido, el comienzo de la pasión por la literatura.
El paso decisivo hacia la escritura lo di cinco años después cuando, desde Tánger -adonde yo había regresado- mi familia vivió otro traslado, esa vez a Aranjuez, el espléndido Real Sitio de los monarcas borbónicos en la ribera del Tajo. Otro gran cambio de ambiente, desde la cosmopolita Tánger hasta una villa de urbanización dieciochesca y, sobre todo, el mundo de los palacios y los jardines, de los dioses y diosas mitológicos perpetuados en mármol entre las frondas y presidiendo las fuentes. Y yo con amigos en pandilla, empezando a fijarme en las chicas y para más suerte, haciendo a Madrid, debido a los estudios, unos viajes semanales que ampliaban mis horizontes, en el estimulante ambiente cultural de los años de la República. En Madrid debatía con mis condiscípulos, exploraba los libros de lance en la Cuesta de Moyano, acudía a actos culturales y empezaba a apreciar calidades. En la capital, por decirlo así, me acribillaban estímulos que luego, paseando por los jardines del Real Sitio, se asentaban y transformaban en mi mente. Al fin un día me ilusionó la posibilidad de crear un cuento y así fue cómo, si en la alta meseta soriana nació el lector, en Aranjuez nació definitivamente el escritor.
Pasados un par de años, quemados en la absorbente tarea utilitaria de ganar unas oposiciones y ocupar una situación estable propia, ya empecé a abrir en Santander una carpetilla con mis primeros intentos literarios. En la portada escribí "palotes" porque aquellas cuartillas equivalían para mí a los primeros trazos de pluma de los escolares, en los tiempos en que se aprendía la caligrafía.
El terremoto de la sublevación militar y la guerra sacudió mi vida, como la de todos los españoles, me añadió penalidades y experiencias nunca sospechadas, forzó mi crecimiento y muy poco después, por la temprana muerte de mi padre, me convirtió en cabeza de familia, afrontando aquella vida de penuria y represiones que fue nuestra posguerra. Pero escribir era ya para mí un imperativo ineludible y en 1940 terminé mi primera novela: La estatua de Adolfo Espejo. Cinco años después le siguió otra, La sombra de los días, pero ninguna de las dos fue publicada en su tiempo, ya que el contrato que llegué a tener a favor de la segunda no se llevó a efecto y, para entonces, ya trabajaba yo en otro proyecto que me parecía de alguna mejor calidad. Lo ultimé en 1952 y se publicó inmediatamente, por la estimulante acogida del famoso editor don Manuel Aguilar. Así nació mi Congreso en Estocolmo y, con esa obra, el ininterrumpido esfuerzo de invención que me ha traído hasta hoy y que ya se sale del tema de mis comienzos.

dilluns, 21 de novembre del 2011

Cien años de soledad, cent anys d’Història

“… La historia de América Latina es también una suma de esfuerzos desmesurados e inútiles u de dramas condenados de antemano al olvido. La peste del insomnio existe también entre nosotros. Pasado el tiempo nadie reconoce por cierta la masacre de los trabajadores de la compañía bananera, se acuerda el Coronel Aureliano Buendía…[1]
“…, a pesar de que todo el mundo lo tenía por loco, José Arcadio Segundo era en aquel tiempo el habitante más lúcido de la casa. […] Enseñó al pequeño Aureliano a leer y escribir […] y le inculcó una interpretación tan personal de lo que significó para Macondo la compañía bananera, que muchos años después, cuando Aureliano se incorporaba al mundo, había de pensarse que contaba una versión alucinada, porque era radicalmente contraria a la falsa que los historiadores habían admitido, y consagrado en los textos escolares.[2]

Cien años de soledad, a contracor del que manifesta el seu autor[3], haurà de ser considerada com una de les més grans obres de la literatura del segle XX. Si més no per mi ho és. Per això vaig decidir tractar-la des d’un punt de vista històric. A primera vista vaig creure que no trauria molta informació. La il·lusió que impregna el llibre em va fer creure que estava creat a partir del no res. Però no és així: Macondo és un espai fictici cimentat a la Colòmbia que va de 1850 a 1950. Gabriel García Márquez narra les seves vivències i records a través del realisme màgic que consisteix en conjugar elements fantàstics dins d’àmbits reals aconseguint un efecte d’il·lusió. Aquest recurs que ens pot semblar una gran descoberta no és una nova invenció. Les històries de sempre (com les que li explicava l’àvia de Gabriel García Márquez a Aracataca) han tingut elements fantàstics però ara que s’imposa el racionalisme sobta trobar relats a cavall entre quelcom fantàstic i quelcom real. Quan en una composició apareixen elements màgics la cataloguem integrament com a fantàstica [4]. Cien años de soledad no és aquest cas. És una obra molt complexa (Gabriel García Márquez ha declarat que va descartar cinc mil quartilles durant la seva elaboració) que ha donat lloc a moltes i diverses interpretacions.

Segons el propi García Márquez [5] l’impuls que el portà a escriure Cien años de soledad fou donar sortida literària i integral a totes les experiències que l’havien afectat durant la infantesa. Aquesta transcorregué en una casa gran: la casa dels seus avis paterns a Arataca, llavors zona bananera. El seu avi, el coronel Ricardo Márquez Mejía, l’inicià oralment en la història recent de Colòmbia de la que havia estat protagonista, i la seva àvia li explicà històries plenes de màgia, superstició i ingenuïtat. Anys després quan tornà per vendre la casa de l’avi la companyia bananera feia temps que havia marxat deixant el poble sumit en un estat decrèpit i ruïnós. García Márquez “... debía escribir una novela en la cual sucediera todo. Y sabía que en ese suceder todo debía estar toda esa memoria de Aracataca, las fantasías, las supersticiones, las angustias... [6]“.
Alguns crítics han vist en la ficció de Cien años de soledad una paràbola de la història i la idiosincràsia particular de Colòmbia i els seus habitants i inclús de la realitat històrico-social americana i de la universal humana. Explica una història integral com la Bíblia, Les Mil i una nits, Los hombres del maíz de Asturias, o l’Orlando de Virginia Woolf. Participa de la faula, el mite i l’utopia popular i es mou per espais reals i d’altres que voregen les meravelles i els prodigis. S’estén des del concret fins a l’horitzó intemporal. Comença amb un Gènesis i finalitza amb una Apocalipsis, marcats amb presagis, anuncis, promeses i càstigs. És tant la saga d’una estirp com la del gènere humà [7].
Mario Vargas Llosa en els seus temps progressistes i d’amistat amb Gabriel García Márquez li dedicà un estudi: García Márquez: Historia de un deicidio [8]. Segons Vargas Llosa Cien años de soledad s’inscriu en la tradició dels llibres de cavalleries (admirats per ambdós autors). Macondo és un poble fantàstic com Gaula, Camelot o Hircania. Està fora del temps i de l’espai, en una època inconcreta. Pot ser qualsevol poblat de qualsevol país llatinoamericà del Carib.
Melquíades representa el paper de Merlí o dels altres mags protectors de l’heroi, en aquest cas els Aurelianos i José Arcadios que es succeeixen en el temps. La mateixa història de la lectura d’un llibre profètic escrit per Melquíades que amb cent anys d’anticipació va predir que passaria a la família Buendía, fins i tot la seva destrucció en el moment en que un Buendía aconseguís desxifrar les seves prediccions. El final del llibre és totalitzador, tancat i no obert (quan s’acaba el llibre-prediccions de Melquíades també acaba la història de la família Buendía) i rep clarament influències de Borges: “... [Macondo] la ciudad de los espejos (o de los espejismos) seria arrasada por el viento y desterrada de la memoria de los hombres en el instante en que Aureliano Babilonia acacabara de descifrar los pergaminos... [9]. Seguint l’anàlisi de Mario Vargas Llosa a Cien años de soledad aparentment hi ha i passen  moltes coses però una lectura freda de la novel·la ens revela que passen menys coses de les que sembla malgrat que passen varies vegades. Això és cert pel que fa a l’àmbit de la família Buendía. Durant cent anys, sota l’atenta mirada de Úrsula i Pilar Ternera es succeixen Aurelianos, compromesos que cerquen entre els papers de Melquíades i José Arcadios, despreocupats i esbojarrats que donen la continuïtat a la família. Sota l’aparença d’un relat tradicional, una línea recta cap endavant, en realitat es tracta d’un cercle o sistema de cercles màgics que ens fan viatjar fàcilment per distintes dimensions del temps [10]. Sempre és present l’ombra de l’incest i de la repressió sexual. Úrsula sap que quan l’incest es produeixi la seva família desapareixerà. L’incest s’associa a l’aïllament i la solitud i l’única manera de combatre’l és la comunicació. La consumació final de l’incest entre Aureliano Babilonia i Amaranta Úrsula es farà amb un sentiment mai present entre els Buendía: l’amor.

És probable que Cien años de soledad sigui l’obra contemporània sobre la que més s’ha especulat, però molts segons García Márquez “... asumen la responsabilidad de descifrar todas las adivinanzas del libro corriendo el riesgo de decir grandes tonterías... [11]. Nosaltres només intentarem fer una anàlisi parcial de Cien años de soledad tractant preferentment el context històric en el que s’ubica. El títol de l’obra és en aquest sentit tan sols orientatiu: no es tracta de cent anys exactes sinó aproximats: “... El número de años no fue nunca nada que me preocupara. Más aún: no estoy segura que la historia de Cien años de soledad dure en realidad cien años... [12].
Es poden distingir tres parts en el llibre. La primera correspon a la creació de Macondo, i arriba fins que Rebeca els porta la pesta de l’insomni. La segona part és la més històrica i en la que trobarem més referències a fets reals. S’acaba amb el diluvi. La tercera part va des del diluvi fins a la destrucció de Macondo.
La fundació de Macondo es produeix per una emigració protagonitzada per José Arcadio Buendía i Úrsula Guairán que fugen d’uns fets tràgics acompanyats dels seus amics. Fundaran una societat igualitària organitzada patriarcalment al voltant de José Arcadio Buendía. En l’època en que es degué produir (1850 aproximadament) es van dur a terme a Amèrica Llatina colonitzacions internes ja que ni espanyols ni portuguesos havien controlat el territori i la majoria encara era verge pels blancs. Tot comença a canviar quan Úrsula troba el camí cap a la civilització i arriben homes i dones nous. En aquest moment s’institucionalitza la propietat privada i els ocells són substituïts pels rellotges. Quan aparegui Rebeca portant la pesta de l’insomni, de la que només sortiran amb l’ajut de Melquíades, el canvi serà més radical. La gent quedarà sumida en una idiotesa sense passat. Suposarà l’entrada en el període històric, més pragmàtic. Melquíades passar de ser un ésser sobrenatural a ser un simple mortal. La casa dels Buendía s’amplia i comencen a establir-se diferències socials entre els antics fundadors i els nouvinguts. Des de l’exterior els seran imposats el govern i la religió que Gabriel García Márquez considera elements aliens a l’home en estat pur. La religió els portarà la malícia del pecat mortal. S’incorporaran paulatinament elements civilitzadors com el gramòfon, el ferrocarril... Macondo, que s’havia escindit de la societat tradicional en entrar en contacte amb aquest és novament absorbit. Poc després morirà Melquíades i José Ardadio Buendía quedarà absent en un dilluns perpetu. Per ell, com per l’habitació de Melquíades, no passarà el temps.
Però el temps passava i a la segona meitat del segle XIX a Colòmbia ja s’havien perfilat els partits polítics. Per una banda hi havia els conservadors que representaven al clergat i els terratinents i que ostentaven el poder. Per altra banda hi havia els liberals de tendència federalista i antieclesiàstics que aconseguiren el poder de 1863 a 1884. Al 1884, però, sota el lideratge de Gaspar Nuñez al capdavant dels conservadors i alguns liberals, el país experimentarà una reacció conservadora. Els liberals radicals encapçalats pel coronel Rafael Uribe es manifestaran en contra el 1885 protagonitzant nombrosos aixecaments que tot i acabar sempre en derrota feren d’ell un home respectat i admirat. El paral·lelisme amb el coronel Aureliano Buendía és clar i així ho ha manifestat  García Márquez: “... El Coronel Aureliano Buendía es el personaje opuesto a la imagen que yo tengo de mi abuelo [...] responde más bien a la estampa humana del General Uribe Uribe [...] tiene su misma tendencia a la austeridad... [13]”. Ambdós són joves quan ingressen en les files liberals. El coronel Uribe protagonitza aixecament durant divuit anys (1885, 1895 i 1899-1902). Les del coronel Aureliano Buendía van durar gairebé vint anys [14]. Les seves campanyes són un calc de les coronel Uribe Uribe. L’última d’aquestes, la Guerra Magna o “Guerra de los Mil Días” fou la més sagnant. Tant el coronel Aureliano Buendía com el Coronel Uribe eren conscients de la seva derrota però continuaran la guerra per aconseguir una pau honrosa que garantís els drets dels seus soldats. La campanya real i la literària acaben amb el tractat de Neerlandia. Altres elements similars són les circumstàncies que empenyeren als liberals a la guerra (frau electoral, pèrdua de drets...), la precipitació i improvisació de les seves campanyes, la vida novel·lesca dels dos coronels i el poder de convocatòria que tenien és basa per sobre dels ideals que defensen en l’atracció que produïen les seves persones. En un moment de la narració els ideals del Coronel Aureliano Buendía i els seus objectius es transformaran en una lluita per assolir el poder i la seva pròpia llibertat. Finalment el Coronel Aureliano Buendía lúcidament  desenganyat afirma que “... la única diferencia actual entre los liberales y conservadores es que los liberales van a misa de cinco y los conservadores va a misa de ocho...[15]“. En aquesta frase es condensa el veritable sentit de moltes guerres civils entre conservadors i liberals del segle XIX: no hi ha diferències importants entre els adversaris i aquestes diferències no són més que una excusa per justificar davant de l’altre l’assalt al poder. Tot plegat influirà perquè acabada les guerres la figura del Coronel Aureliano Buendía sigui trista, ensorrada, solitària i sense capacitat d’estimar, com Simón Bolívar a El General en su laberinto.
Al 1903 sota l’ intervencionisme nordamericà es produí la independència del Panamà, que responia als interessos que tenien els EUA sobre el futur canal. S’inicia un nou període, que es podria considerar colonial, amb l’aparició de les grans companyies nordamericanes en favor de les quals legislaren els governs conservadors. A Colòmbia van ser importants les companyies dedicades a l’explotació del cafè i a Aracataca, on va créixer Gabriel García Márquez, es dedicaren a l’explotació del banano. Es va produir un veritable desastre econòmic per la zona. Només se’n beneficiaran els grans propietaris i l’oligarquia que s’aliaran amb les grans companyies. El fet de basar l’economia en l’exportació d’un o pocs productes dels que ells no fixaven els preus ha portat a la llarga a la dependència i la ruïna econòmica. Les seves economies no s’han acabat de desenvolupar. El resultat ha estat que la majoria del consum intern del país és abastit per la importació i beneficia únicament els països industrialitzats (Europa i fonamentalment els EUA). A Aracataca com a Macondo es desenvoluparen grans plantacions bananeres. Estaven sota el control de la companyia nordamericana United Fruit Company, fundada el 1899. El ferrocarril arriba a Aracataca el 1906 per servir els interessos de la companyia bananera (a Macondo, al contrari arribarà per la perseverança d’Aureliano Triste). La instal·lació de la bananera produí canvis importants a Macondo: moltes persones van ser atretes per la febre del banano (la companyia aconseguí tenir 32000 treballadors). Es trasplantà a la regió una cultura diferent (la nordamericana) que no tingué cap interès per relacionar-se amb la regió i s’aïllà en gàbies d’or aixecades sobre l’explotació. Els militars passaren al servei de les bananeres i exerciren la repressió sobre el poble en benefici dels estrangers.

Fernanda del Carpio significa en aquest context la vella i caduca aristocràcia de l’interior, vinguda a menys, que encara no es resigna a abandonar els seus aires de superioritat i que així contribuí també a la ruïna de la nació. Petra Cotes, la seva rival, significa per Aureliano Segundo Buendía el mateix per als militars suposa la United Fruit: una prosperitat i abundàncies exagerades i inexplicables que es van malbaratar i que no van beneficiar en absolut el país.
Per la majoria de la gent les condicions de vida empitjoraren amb l’arribada de la companyia bananera. Al 1928 es produí una vaga [16]. L’episodi es reproduït amb molta exactitud per Gabriel García Márquez. Els treballadors volien millores salarials, campaments més higiènics, hospitals, no treballar els diumenges i cobrar en efectiu i no en vals que només servien per comprar en les botigues de la United Fruit Company (el que suposava un negoci rodó per la companyia). Davant d’aquestes peticions la companyia aconseguí demostrar que no disposava de treballadors sinó que aquests eren contractats temporalment. El govern conservador en connivència amb la bananera envià a la zona l’exèrcit nacional sota el comandament del General Carlos Cortés Vargas per restablir l’ordre. Es feren servir soldats per continuar les feines de la companyia i “... los trabajadores se echaron al monte sin más armas que sus machetes de labor y empezaron a sabotear el sabotaje... [17]“. Els obrers van ser convocats pel General Cortés Vargas que els llegí el manifest que qualificava els obrers de “cuadrilla de malhechores” i que facultava l’exèrcit per castigar-los quan convingués [18]. Acte seguit ordenà la dissolució dels obrers en cinc minuts sota l’amenaça de matar-los. Els obrers no es van dissoldre i les rafegues de metralladores compliren les ordres del General. El número de morts no es va registrar. Algunes hipòcrites fonts governamentals no mencionen cap. L’informe del General Cortés Vargas reconeix vuit, d’altres vuitanta-sis, vuit-cents, i l’ambaixador dels EUA a Colòmbia (poc sospitós de simpatitzar amb els obrers) parla de mil. Gabriel García Márquez els eleva a 3408, xifra que Jose Arcadio-Aureliano Segundo no oblidarà fins la seva mort. Tampoc cal especular sobre números pensant que un major nombre de morts implica que l’acció dels militars sigui més horrorosa. Tant horrorosa hauria estat l’acció dels militars matant a una persona com matant a cent mil. El fet d’atemptar contra la vida de la població civil desarmada per protegir els interessos d’una multinacional deixa els militars i l’oligarquia a una alçada menyspreable, com Franco o Pinochet. El fet va ser tan vergonyós, fins i tot a ulls del govern, l’oligarquia, l’exercit i la United Fruit Company. Calia amagar l’evidència. Per això, tal com novel·la Gabriel García Márquez i com testimonia Benjamín Restrepo, els morts van desaparèixer: “... en esa misma noche movieron numerosos cadáveres en camiones y los arrojaron al mar y a un zanjón previamente abierto, que en esa forma fueron enterrados también muchos heridos en vida... [19] “. Es tracta d’un precedent de la figura del desaparecido que les posteriors dictadures dels anys 70 portaran a la perfecció sota els auspicis dels EUA [20]. Jorge Eliécer Gaitán començà la seva brillant carrera com a orador denunciant aquesta matança al Congrés. Els lamentables fets de les bananeres van contribuir a la caiguda del govern conservador el 1930.
A Cien años de soledad després de la vaga la Companyia provocà el diluvi –referència bíblica- per no haver de fer front als obrers. En la realitat la United Fruit Company marxà de Colòmbia el 1941. “... Macondo [Colòmbia] fue un lugar pròspero y bien encaminados hasta que desordenó y exprimió la compañía bananera, cuyos ingenieros provocaron el diluvio como pretexto para eludir compromisos con los trabajadores... [21].
A partir d’aquest punt Cien años de soledad abandona el paral·lelisme històric tan marcat. Macondo camina cap a la destrucció literària i deixa de ser l’Aracataca de l’infantesa de Gabriel García Márquez per ser una mescla entre l’Aracataca post-bananera i la Barranquilla de la joventut de Gabriel García Márquez. A Barranquilla Gabriel García Márquez freqüentarà la Llibreria de Ramón Vinyex, exiliat català que anys després esdevindrà el savi català que “... había llegado a Macondo [...] huyendo de una de tantas guerras... [22]“. L’ambient és molt diferent: la deixadesa i l’oblit s’apoderen de tot. Com en els temps de la pesta de l’ insomni ningú no recorda la història. No ens hem d’estranyar d’aquesta construcció literària. No és fictícia. També està, per desgràcia basada en la realitat, quantes persones actualment desconeixen el passat?.
Finalment es complirà el destí tràgic de la família Buendía i Macondo que seran destruïts quan es consumi l’incest entre Amaranta Úrsula i Aureliano Babilonia tal i com havia predir Melquíades, el narrador de la novel·la, cent anys abans. I “...las estirpes condenadas a la soledad no tenian una segunda oportunidad sobre la tierra”. No és exagerat dir que al tancar aquest llibre és difícil tornar a percebre la realitat –i la realitat de la literatura- de la mateixa manera que abans; aquesta és la mida de la transcendència de Cien años de soledad [23].
Més reflexions al voltant del tema
Una interessant reflexió sobre Cien años de soledad i la Història es pot trobar en aquest enllaç:
http://vosmachetero.blogspot.com/2010/12/un-pantallazo-de-la-configuracion-del.html



[1] APULEYO MENDOZA, Plinio i GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel (1994): El olor de la guayaba, Barcelona, Ed. Mondadori, pàg. 94
[2] GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel (1961): Cien años de soledad, pàg. 264 (totes les cites es fan sobre l’edició de 1994 publicada per RBA)
[3] APULEYO MENDOZA, Plinio i GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel, op. cit, pàgs. 79-81; i “..., mi libro es El amor en tiempos del cólera, ese es el libro que va quedar. Cien años de soledad es un libro mítico y yo no... yo no trató de deiputarle ningún mérito pero el amor en los tiempos del cólera es un libro humano, con los pies sobre la tierra de lo que somos nosotros de verdad...”, Textos anexos a Gabriel García Márquez. La escritura embrujada, transcripció de l’entrevista completa per Yves Billon i Mauricio Martínez Cavard (2005), Madrid, Ed. Fuentetaja, pàg. 72
[4] García Márquez admet que... el encuentro con Pedro Páramo se lo debo a Álvaro Mutis, ... me dijo “ahí le dejo esa vaina pa’que aprenda”. Y efectivamente aprendí porque eso me dió un poco las claves de Cien años de soledad”. Textos anexos a Gabriel García Márquez. op. cit, pàg. 71 63.
[5] APULEYO MENDOZA, Plinio i GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel, op. cit, pàg. 93
[6] Textos anexos a Gabriel García Márquez. op. cit, pàg. 71
[7] OVIEDO, José Miguel (2001): Historia de la literatura hispanoamericana 4. De Borges al presente, Alianza, Madrid, pàg. 307
[8] VARGAS LLOSA, Mario (1971): García Márquez: Historia de un deicidio, Barcelona, ed. Seix Barral
[9] GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel, op. cit
[10] OVIEDO, José Miguel, op. cit, pàg. 309
[11] APULEYO MENDOZA, Plinio i GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel, op. cit, pàg. 94
[12] APULEYO MENDOZA, Plinio i GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel, op. cit, pàg. 94
[13] APULEYO MENDOZA, Plinio i GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel, op. cit, pàg. 22
[14] GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel, op. cit, pàg. 133
[15] GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel, op. cit, pàg. 196
[16] Els aspectos sindicals de la vaga es recullen a: MELEGAR BAO, Ricardo (1988): El movimiento obrero latinoamericano. Historia de una clase subalterna, Madrid
[17] GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel, op. Cit, pàg. 230
[18] MENA, Lucila Inés (1979): La función de la historia en Cien años de soledad, Barcelona
[19] MENA, Lucila Inés, op. cit, pàg. 79
[20] Altres testimonis d’aquesta matança són: AUSQUE MASDEU, Javier –amic de Gabriel García Márquez- (1971): Los muertos tienen sed; TOVAR MOZO, Efraín (1964): Zigzag en las bananeras; CORTÉS VARGAS, Carlos (1929): Los sucesos de las bananeras.
[21] GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel, op. cit, pàg. 295
[22] GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel, op. cit, pàg. 302
[23] OVIEDO, José Miguel, op. cit, pàg. 309


diumenge, 20 de novembre del 2011

El Eternauta. El Robinson etern

El Eternauta és la historieta argentina de ciència ficció més important, creada pel guionista Héctor Germán Oesterheld i el dibuixant Francisco Solano López. La història del Eternauta narra la invasió de la Terra per part de los “Ellos” .
La història comença amb un guionista d'historietes, el propi Oesterheld, que en un exercici de metaficció s'utilitza a si mateix com personatge. La seva participació en la història consisteix a escoltar la història que li és relatada per Juan Salvo, el Eternauta –el viatger de l’Eternitat- un home que es materialitza en el seu despatx.


Els fets que narra l’Eternauta s’inicien amb una misteriosa nevada fosforescent, que mata a la gent que entra en contacte. Juan Salvo, la seva esposa Elena, la seva filla Martita i Favalli, un professor universitari amic de Juan aconseguiran salvar-se d’aquest primer perill. Començarà la lluita per la supervivència. Per tal d’evitar els flocs mortals els protagonistes esdevindran “nous robinsons” que només podran sortir a l’exterior amb vestits totalment aïllats. No tots els supervivents afrontaran la situació de la mateixa manera i alguns fins i tot es convertiran en una amenaça per als altres. Però la nevada mortal no és un fet natural sinó que respon a la primera part d’un intent de conquesta de la terra per part de “ Los Ellos”, uns éssers que són l’odi, l’odi còsmic i que malgrat que controlen la invasió mai no apareixeran ja que actuen a través d’altres races: cascarudos, homes robots, manos i gurbos.
 H. G. Oesterheld, guionista de l’Eternauta, afirmava [1]:
Siempre me fascinó la idea del Robinson Crusoe. Me lo regalaron siendo muy chico, debo haberlo leído más de veinte veces. El Eternauta, inicialmente, fue mi versión del Robinson. La soledad del hombre, rodeado, preso, no ya por el mar sino por la muerte. Tampoco el hombre solo de Robinson, sino el hombre con familia, con amigos. Por eso la partida de truco, por eso la pequeña familia que duerme en el chalet de Vicente López, ajena a la invasión que se viene. Ese fue el planteo. Lo demás... lo demás creció solo, como crece sola, creemos, la vida de cada día. Publicado en un semanario, El Eternauta se fue construyendo semana a semana; había, si, una idea general, pero la realidad concreta de cada entrega la modificaba constantemente. Aparecieron así situaciones y personajes que ni soñé al principio. Como el "mano" y su muerte. O como el combate en River Plate. O como Franco, el tornero, que termina siendo más héroe que ninguno de los que iniciaron la historia. Ahora que lo pienso, se me ocurre que quizá por esta falta de héroe central, El Eternauta es una de mis historias que recuerdo con más placer. El héroe verdadero de El Eternauta es un héroe colectivo, un grupo humano. Refleja así, aunque sin intención previa, mi sentir íntimo: el único héroe válido es el héroe "en grupo", nunca el héroe individual, el héroe sólo.
Juan Salvo, doncs, és un nou Robinson, un Robinson aïllat en el món actual i un Robinson de l’eternitat que vagarà a través del temps a la recerca de la seva llar. Però la història de l’Eternauta, a banda d’una excel·lent obra de ciència-ficció, proporciona una base immensa per a la reflexió:
-       No tothom reacciona de la mateixa manera davant de les situacions extremes que manifesten el millor i el pitjor de la condició humana;
-       Los ellos, els autèntics promotors de la invasió no són visibles en cap moment de la història, tal i com moltes vegades succeeix, en que els autèntics responsables dels esdeveniments es mantenen en un còmode anonimat. Desgraciadament Los Ellos de l’Argentina dels anys setanta, la dictadura militar, faran desaparèixer H. G. Oesterheld;
-       El mal absolut, l’odi, Los Ellos, es contraposa a la resta de protagonistes, com los manos, que sense el control de Los Ellos no són malvats. Per tant l’odi serà l’origen de la maldat i per tant com diu Juan Salvo “... ara no és temps d’odiar; és temps de lluitar...”.
Com recentment em van dir: El Eternauta és més que un còmic, és filosofia. El Eternauta  és una mirada a la vida, no una simple i entretinguda distracció.  


[1] Recollit a l’edició publicada per Norma Editorial l’any 2007.

dimarts, 15 de novembre del 2011

La Masia

Aquests dies esta de visita a Barcelona una de les obres més conegudes de Joan Miró: La Masia. És un fet extraordinari tot i que no únic ha que ha ens va honorar amb la seva presència l’any 1993. Ja en aquella ocasió, vaig anar a veure-la i ara he tornat. Recordo que llavors estudiava COU i va circular el rumor que seria una pregunta obligada a la prova de selectivitat. Em vaig preparar bé aquella obra i al final no va sortir. Ara està molt ben acompanyada d’un conjunt d’obres que fan de l’exposició Joan Miró. L’escala de l’evasió, un recull impressionant.

Quan  vaig veure per primer cop La Masia em va agradar molt i ara m’ha tornat a convèncer. La Masia em transmet la sensació d’ordre: amb la lliçó del cubisme em fa la impressió que Joan Miró ordena l’espai a partir de la geometrizació i simplificació de les formes; amb l’elecció dels temes –la masia, l’arbre, la terra-  Miró reflexa  la domesticació de la terra, l’apropiació humana de la natura i del control de l’espai; amb el color irreal del cel em recorda als paisatges onírics i irreals de De Chirico, però a diferència d’aquests no ens trobem davant de paisatges morts, sinó vius i tangibles. La Masia és un retorn a les arrels, una pausa del temps.

dimecres, 9 de novembre del 2011

Laureline i Valerian

El 9 de novembre de 1967 naixien a la revista Pilote les Aventures de Valerian, agent de l’espai i el temps, i l’inseparable Laureline. Tinc doncs la sort de compartir data d’aniversari amb dos dels millors protagonistes del còmic franco-belga.

Jean Claude Mézières i Pierre Christin són els responsables de tan feliç creació. La sèrie narra les aventures de dos agents de Galaxity, la capital de la Terra al segle XXIII, que viatjaran en l’espai i el temps indiferentment.
Moltes virtuts s’acumulen en aquest còmic: una ambientació perfecta de la que s’alimentaran altres referents de la ciència-ficció (el cas més evident és Star Wars); una imaginació inesgotable per crear mons i races alienígenes; un tractament exquisit cap els altres i les diferències; un posicionament políticament compromès, sempre al costat d’aquell que més ho necessita; uns herois que ho són a contracor i que defugen l’ús de la força sempre que és possible; una recreació amable de la ciència-ficció però no per això menys adulta que altres trames més violentes a les que tant s’ha afeccionat aquest gènere en els darrers anys; i sobretot, per sobre de tot el gran encert de Valerian és la compenetració, la complicitat, l’amistat, la relació dels dos protagonistes: Laureline i Valerian. I aquí trobem potser l’únic error de la sèrie: el títol. No llegim les històries de Valerian, sinó que llegim les històries de Valerian i Laureline, o de forma més correcta de Laureline i Valerian. Laureline no és una dama en problemes que necessita ser salvada per l’heroi. Laureline és resolutiva, perspicaç, intel·ligent, encantadora, sensible i íntegra. Desenvolupa un rol a la història que defuig l’estereotip misogin tan propi dels còmics.  I per tot plegat la majoria voldríem ser Valerian, per viatjar a través del temps i de l’espai al costat de Laureline.

dilluns, 7 de novembre del 2011

Ángeles Santos Torroella


Text de Ricard Mas Peinado molt interessant sobre Ángeles Santos Torroella:

Poden, tres primaveres i un seguit de malediccions vitals, forjar la llegenda d'una artista? Em refereixo a Ángeles Santos Torroella, nascuda a Portbou un novembre d'ara farà cent anys. Perquè, en el marc d'un segle, què són tres anys d'adolescència, dels setze anys als divuit? Tot un món: el pare de l'Àngeles era funcionari d'Hisenda; la mare, procedent d'una família de duaners de Portbou. La família es trasllada sovint, tot seguint els destins del pare. A setze anys, les dominiques franceses diuen al pare que la seva filla té un do especial per a la pintura. I com que les noies, aleshores, no continuaven estudiant, el pare li posa un mestre a casa perquè desenvolupi el seu art. La tardor del 1928 exposa en una col·lectiva de Valladolid, i el crític Francisco Cossío la descobreix  com a "primitiva". Primitiva? No pas per la seva tècnica, ans per l'onirisme surrealista, la visió angelical, insòlita, d'una nena amb un esguard trencador. Una adolescent que no ha vist món, més enllà del Prado i de Portbou, que llegeix tot allò que li cau a les mans, sense distingir entre el dia i la nit.



Madrid la descobreix i Ramón Gómez de la Serna se n'enamora. Entre el 1927 i principi de 1930, crea el seu corpus: obres mestres com el seu autoretrat, "Un mundo", "La tertulia", "La niña muerta"... A en Ramón, li escriu que vol ser "una ànima sense cos" i, el gener del 1930 surt de casa, es banya al riu i vagareja pel bosc fins que és trobada per un guàrdia. La família la ingressa en una casa de repòs, a Madrid. I ja no pinta més fins el 1935, quan coneix el pintor Emili Grau Sala, a Barcelona, i s'hi casa.

Ángeles Santos no serà "redescoberta" fins a la dècada dels 70, amb motiu d'una exposició que rescatava el surrealisme a Catalunya. Aleshores, van començar les tesis doctorals, els llibres i les retrosprectives. Fidel a les seves arrels, deixa en dipòsit el seu quadre més famós "Un mundo" (1929) al Museu Empordà. Els responsables d'aleshores, el pengen en un espai que tapa una finestra. Al cap d'uns quants anys, l'autora mateix se l'ha d'endur i restaurar pel seu compte. El museu edita postals del seu quadre, i li passen la factura. Total, que quan el Reina Sofia s'hi interessa i li ofereix 140.000 euros per "Un mundo", no s'hi pensa gaire.

He conegut l'artista, hi he conviscut. Perquè vaig treballar amb el seu germà, el crític d'art Rafael Santos Torroella, durant set anys. I em costava de relacionar la jove pintora, lectora de Nietzsche, amb la vella hipnotitzada per telenovel·les mexicanes. Amb una simple mirada seva, pura i fulminant, n'hi havia prou per a entendre-ho tot. Anna Capella, actual directora del Museu Empordà, ha reflectit això mateix en un opuscle titulat "Ángeles Santos. Entre la vida i la pintura"(Ed. Vitel·la), i li prepara una retrospectiva per a la tardor. No cal dir que es tracta d'una visita obligatòria...

Ricard Mas Peinado